jueves, 10 de marzo de 2011

Destino oculto (George Nolfi, 2011)

Título original: The adjustment bureau. Dirección: George Nolfi. País: USA. Año: 2011. Duración: 100 min. Género: Thriller, Ciencia-Ficción.  

Guión: George Nolfi (basado en el relato “Equipo de ajuste”, de Philip K. Dick). Fotografía: John Toll. Música: Thomas Newman. Montaje: Jay Rabinowitz. Diseño de producción: Kevin Thompson. Vestuario: Kasia Walicka-Maimone. Producción: Chris Moore, Michael Hackett, George Nolfi y Bill Carraro.

Nominada a Mejores Especialistas de Acción 2011 por el Sindicato de Actores (SAG).

Estreno en España: 4 Marzo 2011.

 

Reparto: Matt Damon (David Norris), Emily Blunt (Elise Sellas), Anthony Mackie (Harry), John Slatter (Richardson), Michael Kelly (Charlie Traynor), Terence Stamp (Thompson).


Sinopsis:

El día de las elecciones al Senado, el joven y carismático político David Norris conoce a Elise Sellas, una guapa bailarina de ballet que altera completamente su vida. Cuando Norris empieza a sospechar que ciertas fuerzas sobrenaturales intentan separarlos, tratará de averiguar las causas.

 

Comentarios:

Los amantes del cine político estamos tan ávidos de un género que no suele practicarse que en cuanto nos muestran a un aspirante a gobernador, unos buenos diálogos y unos actores con carisma, nos ilusionamos. Algo que ocurre con la primera media hora de Destino oculto, debut del hasta ahora guionista George Nolfi, escritor de un par de productos de notable estampa política: La sombra de la sospecha y El ultimátum de Bourne. Sin embargo, transcurridos esos primeros minutos, se revela una trama paralela de corte mágico, entre la ciencia ficción ligera y la adulta, que viene a provocar la irresistible sensación de que estamos ante una tontería ¿Tontería? No tanto.

Estamos ante la adaptación de un relato de Philip K. Dick, escritor de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (ya saben, Blade Runner), que reflexiona, mientras entretiene, sobre el azar y el libre albedrío. Una película con un sorprendente parecido en sus subtextos y algunas imágenes con A vida o muerte, la obra maestra de Michael Powell y Emeric Pressburger: la presencia de los ángeles, la paralización del tiempo, el amor como detonante del cambio, el permiso del jefe de arriba... De modo que, aunque se dedique demasiado esfuerzo para explicar lo inexplicable y el talento visual de Nolfi no sea excesivo (lo que lleva a que un cierto olor a serie B se convierta directamente en tufo), la película no es ninguna estupidez. (Javier Ocaña)

Recomendada (con reservas).



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