jueves, 2 de mayo de 2013

On the road, de Walter Salles

 

Título original: On the road (En la carretera). Dirección: Walter Salles. Países: Francia, Reino Unido, USA y Brasil. Año: 2012. Duración: 124 min. Género: Drama. Guión: José Rivera; basado en la novela de Jack Kerouac. Producción: Charles Gillibert, Nathanaël Karmitz, Rebecca Yeldham y Roman Coppola. Música: Gustavo Santaolalla, con Charlie Haden y Brian Blade. Fotografía: Eric Gautier. Montaje: François Gédigier. Diseño de producción: Carlos Conti. Vestuario: Danny Glicker. Estreno en España: 19 Abril 2013.
Intérpretes: Sam Riley (Sal / Jack Kerouac), Garrett Hedlund (Dean Moriarty / Neal Cassady), Kristen Stewart (Marylou / LuAnne Henderson), Tom Sturridge (Carlo Marx / Allen Ginsberg), Viggo Mortensen (Viejo Bull Lee / William S. Burroughs), Kirsten Dunst (Camille / Carolyn Cassady), Amy Adams (Jane / Joan Vollmer), Alice Braga (Terry / Bea Franco), Elisabeth Moss (Galatea Dunkel / Helen Hinkle), Danny Morgan (Ed Dunkle / Al Hinkle).

Sinopsis:
Al día siguiente de la muerte de su padre, Sal Paradise, un aprendiz de escritor neoyorquino, se topa con Dean Moriarty, un joven ex presidiario con un encanto arrollador que está casado con Marylou, una mujer muy libre y seductora. El entendimiento entre Sal y Dean es inmediato. Decididos a no dejarse encerrar en una existencia estrecha, los dos amigos rompen sus vínculos y se lanzan a la carretera con Marylou. Sedientos de libertad, los tres jóvenes parten a la búsqueda del mundo, de los demás y de sí mismos.

Sam Riley
 
Comentarios:
En un momento de "On the road" de Walter Salles, el viejo Bull Lee (o lo que es lo mismo, William S. Burroughs, interpretado por un cada vez más camaleónico Viggo Mortensen) comenta que "toda traducción es una traición". La frase es reveladora porque se puede aplicar también a la complicada tarea de adaptar determinadas novelas al cine.
Llevar la famosa obra de Jack Keoruac a la pantalla es una labor de altísimo riesgo, y muestra de ello es lo que ha tardado en materializarse desde que Coppola comprara los derechos en 1979. Ni Kerouac, ni los autores de la llamada "generación beat", se aproximan a un Alejandro Dumas o a un Pérez Reverte. Su forma de entender la literatura es más cercana a lo poético y a lo espiritual que a lo teatral o a lo cinematográfico. Su lenguaje es demasiado personal. Si fuera sencillo trasladar el monólogo interior y la escritura automática a la gran pantalla, el "Ulises" de Joyce o "La señora Dalloway" de Woolf tendrían más adaptaciones fílmicas y éstas serían mucho mejores que las rodadas hasta la fecha (francamente fallidas). Por poner sólo un par de ejemplos.
Por eso, que un realizador notable como Walter Salles (responsable de la excelente "Estación central de Brasil" y de "Diarios de la motocicleta") acepte el desafío con indudable admiración y cariño por las vivencias de Kerouac, no garantiza mucho. Por desgracia. Y es que las expectativas del gran número de lectores que amaron las aventuras de estos "hipsters" locos por el jazz, las drogas, la bohemia, los coches, la literatura maldita y el sexo, eran demasiado altas. Todo un hándicap.

Garrett Hedlund

Walter Salles cuida la ambientación al detalle y se mantiene fiel al esquema del libro, pero se defenestra al filmar con excesiva sobriedad y al centrarse en lo accesorio y lo anecdótico (las fiestas, las drogas, la inmadurez, lo epicúreo) en lugar de bucear en lo más hondo, en ese hastío, en esa necesidad de vivir de un modo diferente y apasionado en el marco de una sociedad encorsetada, en el genio y la independencia de unas personas increíbles. Su rebeldía. De modo que, tal y como señala Rodríguez Marchante en el diario "Abc": "Todos aquellos tipos geniales (...) no dejan en la pantalla más que el retrato de una pandilla de tontos del haba; porque la imagen los banaliza". Un error espectacular si se tiene en cuenta que Kerouac, Burroughs o Ginsberg (aunque también tuvieran algo de inmaduros y de pasados de rosca) conformaron uno de los grupos literarios más importantes y renovadores de la literatura universal. Capaces de dar la vuelta al modo de entender el arte para siempre. De hecho, ¿existirían las "road movies" si no hubiera existido "On the road"?

Kirsten Dunst

No obstante, el filme de Salles, pese a su tedioso metraje, a la falta de gancho y de química de los actores principales (los secundarios, con Dunst, Buscemi o Mortensen, cumplen como siempre) y la carencia de alma, puede influir en que aquellos espectadores que aún no hayan leído las obras de los "beatniks" se animen a hacerlo. Entonces, cuando lo hagan, cuando se sumerjan en la prosa incandescente de Kerouac, en las descacharrantes elucubraciones de Burroughs o en los aullidos de Ginsberg descubrirán que hubo un tiempo en el que unos pocos escritores gozaron de la libertad con rabia. De una libertad absoluta, tan total que incluso asusta.
De hecho, ¿no fue "Easy rider" de Dennis Hopper, esa fábula de moteros, una adaptación "sui géneris" de "On the road"? ¿No estaba Kerouac de algún modo en esa frase mítica: "Hablan, hablan y hablan de libertad pero, cuando ven a alguien libre, entonces le tienen miedo"? Quiero pensar que Dean Moriarty aún no ha muerto. (Miguel Jímenez)

Trailer de la película: 


2 comentarios:

  1. http://loqueteinteresa.es/cine/peliculas/1324-estuvimos-viendo-on-the-road-en-el-camino

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  2. Copiar y pegar...???

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